Thursday, 8 February 2007

Tour Aravena










Comenzar a hablar de Aravena parecía complicado, cómo hacer una crítica o lograr una mirada de uno de los arquitectos jóvenes de mayor resonancia en el último tiempo. Cómo ver su obra y no deslumbrarse con la fascinación por haber hecho tanto en tan poco tiempo… y así comienza el viaje.
Debíamos pasar a buscar unas imágenes y textos con sus obras (como si no supiéramos nada de ellas), -pasen por su oficina, el CD estará esperándolas- nos dijeron. Desde ese momento algunos mitos en torno a este arquitecto empezaron a caer y otros juicios a surgir. A Aravena le sobran razones para generar mitos: al comparar su juventud con la cantidad de premios nacionales e internacionales que ha recibido, que la palabra Harvard resuene en su currículum y en su vida cotidiana, y la cantidad de libros con que carga en autoría o edición.
Antes de partir, imaginamos que al visitar su oficina o centro de operaciones, desde donde coordina y proyecta obras de la envergadura de la facultad de Medicina de la UC o el renombrado proyecto Elemental, sería a lo menos impactante. Cae el primer mito.
Su oficina podría haber sido similar a sus obras: pulcras, bellas, simples, contemporáneas, pero no, por el contrario, la oficina de Alejandro Aravena era una casa mas bien vieja y desordenada que no llama la atención en lo mas mínimo. Conocíamos otras oficinas del star system criollo del prototipo “casa de vidrio”, “parafernalica formal” o la “estratégicamente localizada”, pero esta no era una de esas.
Una reja igual a cualquier otra de Pedro de Valdivia Norte y con una oficina tan normal como una de ingenieros o constructores (los abogados quedan fuera porque ya muchos han caído bajo las manos de arquitectos). El bajo perfil descoloca y hace pensar que equivocamos la dirección, el arquitecto o ambas. Después de ver el disco y teniendo un primer re-acercamiento; su rigurosidad, las opiniones ahí expresadas y las búsquedas materiales ahí encontradas, eso si impacta. Cae otro prejuicio.
Ya con la primera impresión a cuestas la pregunta es cuál sería la mejor manera para conocer algunas de sus obras en Santiago. Cuál sería la mejor ecuación, imitando su propio modus operandi, para resolver este problema: re-CONOCER, a la manera de los que habitan estos espacios, la trayectoria de uno de los arquitectos mas reconocidos del medio.
Creando una fórmula propia decidimos dar una vuelta por Santiago, tomar el “city tour Aravena”. Comienza un recorrido por la ciudad en la búsqueda de un nuevo enfoque sobre sus obras, una mirada ajena a la virtualidad del CD, que nace desde la arquitectura que ya coexiste en relación a un barrio, a un trozo de ciudad y un grupo de personas.

Facultad de Matemáticas UC. Metro San Joaquín.

“Es lo mismo, pero más bonito”, dice una alumna de Ingeniería en San Joaquín mientras asentimos. El mismo bloque con salas unas al lado de otras y corredores de distribución, explica ella. Al mirar alrededor se ve que estos bloques abundan en el campus y el de la Facultad de Matemáticas se empieza a percibir como un cuerpo sometido a una cirugía o fashion emergency que a ratos no parece cambiar mucho más que su apariencia exterior. Y en eso fue 100% exitoso. Sobre que es lindo no parece haber discusión.
En este caso imaginamos que la ecuación que utilizó fue algo así como:
CUERPO A + CUERPO B = 1 EDIFICIO
RESULTADO: POSITIVO

Facultad de Arquitectura UC. Metro Pedro de Valdivia.

Cuentan que pegada en la fachada lateral de la recién estrenada ampliación, se encontró una hoja de croquera escrita por un alumno de la facultad, donde se leía algo como esto:
ALUMNO: ALEJANDRO ARAVENA
CURSO: PRIMER AÑO
MODELO ESCALA 1:1
Simple…bruto... cómo entrega de primer año? Hasta se escuchó por ahí de su semejanza con un refrigerador LG. Qué es lo pasa entre medio. Por cuántos filtros pasa un edificio para llegar a ser. No es la primera vez que ciertas búsquedas de los arquitectos no coinciden con el gusto o aspiraciones comunes, masivas. Recordamos los comentarios de amigos no-arquitectos al mostrarles en nuestra fascinación la casa desnuda de Shigeru Ban o sus viviendas sociales hechas de rollos de cartón.
De hecho, de esta obra impresiona más su materialidad que su arquitectura... también no deja de llamar la atención dentro de esta imagen sobretecnologizada que tiene el edificio, la paradoja del plástico que cubre por completo el ascensor protegiéndolo en este día de lluvia.
En la obra de Aravena priman a veces la economía del capital y optimización del material, versus soluciones que quizás permitirían a los usuarios habitar el espacio y sus alrededores, identificándose de mejor manera con lo construido en vez de con una marca de refrigeradores.
¿Cuál es la fórmula en este caso?
“dar un nuevo espacio de taller a los alumnos de arquitectura, taller entendido hoy en día como lugar que puede albergar un computador y donde además uno pueda estar con más gente para compartir información”
NOTA: A+

Facultad de Medicina UC. Metro Universidad Católica.

En esta obra es donde más plenamente se entiende la relación entre sus obras y la materia que les da origen, no es claro si a las personas que las viven realmente les preocupa siquiera el mínimo (intuimos que no, pero que de alguna manera lo agradecen). Recordamos también lo irrelevante que a ratos nos sentimos nosotras mismas desde nuestra profesión.
En este ambiente de tranquilidad, se descubren una serie de sutilezas: en la orientación de sus fachadas, el amarre de este cuerpo con su entorno, la relación de usos en la vertical, la superposición de escalas… esta ultima parada impresiona mas que las anteriores, la complejidad que presentaba el problema a resolver, fue solucionada con creces, otorgando además de valores funcionales de perfección, cualidades estéticas indiscutibles. Este edificio tiene más arquitectura así como creemos entenderla.
Se acaba el tiempo, el día ya agotó su cuota lumínica, estamos satisfechas con lo conseguido y un poco mojadas. Un recorrido más por la ciudad, uno de tantos, pero esta vez la mirada ha sido otra. Santiago parece demasiado grande, el tour Aravena llega a su fin.

Post-tour y otras notas

Después de haber recorrido una pequeña parte de la ciudad aparecen preguntas... ¿Cómo hubiese sido hacer este tour CON Aravena? No cabe duda que interesante, pero no hay seguridad sobre cuáles hubiesen sido sus comentarios de la ciudad, de lo que queda entre sus obras. Todo lo que hemos visto forma parte de ciudades-dentro-de-ciudades: vivienda dentro de agrupaciones y edificios dentro de Campus universitarios que interactúan entre ellos, en burbujas urbanas que tiene algo de irreal. Eso hace mucho sentido, porque Aravena refleja un poco de eso.
Arquitectura idealista (Elemental es el más claro ejemplo de esto), atreverse con materiales dignos de película de ciencia-ficción (el “refrigerador” podría haber sido parte de Brasil o Blade Runner perfectamente). En resumidas cuentas, quizás él no hubiese hablado de la ciudad (como la vive y conoce la mayoría de le gente), sino que de sus ciudades, las que él interviene: las ciudades universitarias o las ciudades periféricas de Elemental.
Luego de este día quedan mil preguntas, más que antes incluso… hay una gran diferencia entre conocer la obra de un arquitecto y habitarla cotidianamente. Estéticamente sus obras tienen un valor indiscutible, también es incuestionable la innovación en los materiales que usa y los costos que logra. Pero permanece la inquietud por ver su obra en la ciudad real, esa que nos involucra a todos.
Llama la atención su metodología para enfrentar los proyectos, la expresión matemática que usa para plantearlos. Pero Aravena no es científico, es arquitecto por cierto y de los buenos. Por que usará como sistema de trabajo formulas y funciones? Suponemos que éstas le permiten ir cambiando variables en los proyectos, pueden ser 10 o 100 usuarios, puede haber un presupuesto de 350 o 1000 dólares, pero es realmente eso posible? Recordamos el Ceteris Paribus que tanto odiamos en alguna clase seudo-económica en la FAU.
Esta claro que al diseñar, al crear un proyecto, se busca una solución a un problema determinado. Para solucionar dicho problema uno maneja ciertas variables, las que pueden ser o no constantes y en la relación que uno determina entre ellas se va generando el proyecto. Quizás es para el “público” (clientes dentro del espectáculo) que él explica así sus proyectos... preferimos imaginar que al momento de diseñar, de resolver, de aplicar y tomar decisiones él lo hace frente a un gran papel en blanco, sólo con un lápiz en la mano, dejando que las ideas se ordenen naturalmente en su cabeza y no bajo las leyes de una calculadora. En realidad asumimos que es así.
La obra de Aravena se sitúa más allá de la frontera de la actual crisis que viven la mayoría de los arquitectos, tanto por el tipo de encargos dada su relación con la Universidad, como por las propuestas que el mismo ha originado como Elemental. Impresiona tanto su capacidad de búsqueda teórica, quizás más lejana a la realidad apremiante, como sus esfuerzos por introducir a la arquitectura en los mecanismos económicos (reales).
Dignifica la arquitectura en tanto la valoriza dentro del actual sistema sociocultural, circunstancias que no suelen poder apreciarse en estos tiempos. El proyecto Elemental en el que participa y cofunda es quizás el ejemplo culmine de su modo de entender el lugar de la arquitectura en el mundo; un oficio que se entrega al servicio de fines superiores, menos pretenciosos de lo que se acostumbra a ver, con más valores de esos que nos enseñaron eran los elementales o primeros.
El concepto elemental parece venir muy bien a Aravena. Mas allá del concurso que buscó dar soluciones habitacionales a sectores de escasos recursos, esta palabra se acerca también a su obra personal. Aravena suena a elemental. Sus obras parecen ser soluciones elementales que se le podrían haber ocurrido a cualquiera de nosotros (aunque en realidad no sea así). Sus respuestas parecen ser muy concretas y orientadas al problema. Dan la impresión de no tener segundas intenciones, de evitar la forma por la forma, lo estético por lo estético... siempre buscando que todo movimiento y acto de diseño este justificado por la necesidad y no por el gusto de hacerlo.

Mito o realidad?

Hay dudas al respecto, de hecho nos negamos a creer que es así realmente, ya que por muy talentoso y responsable con sus obras, no todo es tan justificado o justificable. Por qué usar paneles para cajas de fruta para construir muros? No creemos que las únicas razones hayan sido el precio, o porque disminuía el tiempo de ejecución de la obra... además le gustaban estos paneles, que imaginó en su mente el reflejo de la luz, la caída de la lluvia sobre su superficie y finalmente con esto en su cabeza tomo la decisión... Y esto, jamás podrá expresarse en las fórmulas que usa.
Hay ciertas cosas que las fórmulas no capturan (el ingrediente informulable), que es la intuición o las decisiones impetuosas que aporta el arquitecto a su obra. Ingrediente elemental en la arquitectura de Aravena.

Elemental

Después de haber terminado la mirada de Alejandro Aravena y su arquitectura, apareció una última información: el aterrizaje a la realidad de los proyectos ganadores del concurso elemental. Así comenzamos a mirar y admirar el material conseguido.
La primera impresión fue que todos los proyectos se parecían un poco, bastante en realidad. Sin meditarlo demasiado nos pareció que las respuestas al problema se tradujeron en una serie de volúmenes que incorporan o aportan un nuevo lenguaje arquitectónico en este tipo de soluciones habitacionales, dejando de lado la imagen tradicional de vivienda. Una actualización del problema.
Al comparar las imágenes reales (de Iquique) con las virtuales (render y maquetas de las otras 6 ciudades) la decepción fue inevitable. Hubo que seguir investigando y comenzar a pensar más allá de la imagen arquitectónica que Elemental propone, en la nueva manera de entender el problema que se plantea a través de estos ejemplos. De a poco se empiezan a entender los reales aportes, no todo se queda en el render, el despliegue de diagramas y combinaciones entre metros cúbicos.
Imaginamos como un gran desafío para los arquitectos el pensar los proyectos como obras no terminadas, como procesos inconclusos que serán terminados por otros; lo difícil que es sacrificar el ímpetu por tener una obra propia y entregarla en virtud de un bienestar mayor. Sin duda este es uno de los mayores aportes de lo planteado por Elemental, algo que va mas allá de las propuestas arquitectónicas concretas, que mas bien plantea una forma de HACER arquitectura involucrando protagónicamente a los usuarios, entregando la posibilidad de que el resultado final sea infinitamente mejor gracias a ese espacio de libertad entregado por el arquitecto para el usuario.
Al mirar las imágenes con el nivel de precariedad y austeridad propia de estos conjuntos nos preguntamos cual es la diferencia esencial que plantea Elemental con respecto a las soluciones que abundan en Chile. Entendemos que proyectar vacíos, asegurar ausencias, es propostitivo y mucho más parecido a la supuesta tarea de los arquitectos de diseñar espacios.
Los proyectos entregan mucho mas que la caseta sanitaria en la mitad de un terreno, por el contrario aseguran pendientes, estructuran terrenos, dan luces y guías de posibles relaciones espaciales, de juegos entre lo publico y lo privado, tanto al interior como en el sistema de agrupación total de los conjuntos.




Amalia Pérez M. _ Alejandra Celedón F.

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